En un primer nivel de clasificación, podemos distinguir las aguas marinas u oceánicas y las aguas continentales. Las aguas oceánicas constituyen la práctica totalidad de la hidrosfera, representando un 97% del total. El 3% restante está constituido por las aguas dulces, la mayor parte de las cuales se encuentran congeladas, tanto en glaciares continentales como formando las grandes masas de hielo de los polos.
En cuanto al agua dulce continental en estado líquido, la mayor parte es agua subterránea; las aguas superficiales se reparten entre ríos y lagos, humedad del suelo, formado parte de las estructuras biológicas y como vapor de agua en la atmósfera.